Esta noche se ha caído a la piscina un pequeño ratoncillo de campo. Afortunadamente, ha sabido encontrar uno de los embellecedores de los chorrillos, donde me lo he encontrado esta mañana.
mmmm terrible dilema... ¿cómo hago ahora para acercarme a hacerle una foto? Solución: pelota picada, entrar en la piscina con el agua hasta el ombligo cámara en ristre. Menos mal que no me ve casi nadie ;-)
Ya que estamos, me construyo un miniestudio en el césped con un tronco seco. Con ayuda de Pepa, salvamos al ratoncito, pero en el intento salta al agua y se empapa. Encima, en un despiste, el gato Peluso se nos adelanta y le pone las zarpas encima. Conseguimos salvarlo de las garras de Peluso y lo ponemos en el tronco, aunque se queda un poquillo atontato durante un rato.
Según se va secando, parece que se recupera y empieza a husmear.
Finalmente, ya seco y recuperado, lo soltamos en un sitio seguro, a salvo de Peluso. Qué aventura!!
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