El caso es que últimamente los pájaros están de lo más desconfiados, así que me cuesta horrores pillarles. Esta Hurraca, por ejemplo, ha bajado varios días, pero salvo estas dos fotos en las que claramente está vigilándome, el resto de las veces no he podido ni apretar el botón, sencillamente no me ha dado tiempo.
Lo mismo pasa con los Carboneros. Bajan en pareja, pero siempre se queda uno vigilando mientras el otro bebe. Al menor movimiento de la cámara, desaparecen los dos.
Los Estorninos parecen más confiados, mientras no mueva la cámara. Bajan en bandadas al amanecer a darse sus baños, pero en cuanto muevo un dedo...
Y este Alcaudón real es el único que me respeta un poco. Viene todos los anocheceres, se da su bañito, bebe, caza, sube y baja de los posaderos, se acicala... en fin, ya podían ser todos así de majos :)
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